HOY HACE 141
AÑOS (1871) NACE BERTRAND RUSSELL...
Prólogo a la Autobiografía de Bertrand Russell
PARA QUÉ HE
VIVIDO...
" Tres
pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el
ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el
sufrimiento de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me
han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano
de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación.
He
buscado el amor, primero, porque conduce al éxtasis, un éxtasis tan grande, que
a menudo hubiera sacrificado el resto de mi existencia por unas horas de este
gozo. Lo he buscado, en segundo lugar, porque alivia la soledad, esa terrible
soledad en que una conciencia trémula se asoma al borde del mundo para otear el
frío e insondable abismo sin vida. Lo he buscado, finalmente, porque en la unión
del amor he visto, en una miniatura mística, la visión anticipada del cielo que
han imaginado santos y poetas. Esto era lo que buscaba, y, aunque pudiera
parecer demasiado bueno para esta vida humana, esto es lo que -al fin- he
hallado.
Con igual
pasión he buscado el conocimiento. He deseado entender el corazón de los
hombres. He deseado saber por qué brillan las estrellas. Y he tratado de
aprehender el poder pitagórico en virtud del cual el número domina al flujo.
Algo de esto he logrado, aunque no mucho.
El amor y
el conocimiento, en la medida en que ambos eran posibles, me transportaban hacia
el cielo. Pero siempre la piedad me hacía volver a la tierra. Resuena en mi
corazón el eco de gritos de dolor. Niños hambrientos, víctimas torturadas por
opresores, ancianos desvalidos, carga odiosa para sus hijos, y todo un mundo de
soledad, pobreza y dolor convierten en una burla lo que debería ser la
existencia humana. Deseo ardientemente aliviar el mal, pero no puedo, y yo
también sufro.
Ésta ha
sido mi vida. La he hallado digna de vivirse, y con gusto volvería a vivirla si
se me ofreciese la oportunidad ."
Bertrand
Russell, Autobiografía , 1967
EL DECÁLOGO DE BERTRAND
RUSSELL...
Bertrand Russell fue un gran
matemático y uno de los filósofos más influyentes del siglo XX. Luchó a lo largo
de toda su vida en contra de las supersticiones milenarias, pero no
enfrentándose directamente a ellas, sino divulgando la razón a través de sus
libros, sus ponencias y en cualquier oportunidad que se encontrara por el
camino.
El 16 de diciembre de 1951,
aprovechó una colaboración para la New York Times Magazine para divulgar una vez
más la razón, mediante un artículo titulado The best answer to fanaticism:
Liberalism. Al final de este artículo, Russell exponía un decálogo que, según
él, todo profesor debería desear enseñar a sus alumnos.
Posiblemente el decálogo -al que Russell se refirió como mandamientos- no sea una enseñanza completa en sí, pero enseña los pasos necesarios que toda persona ha de intentar dar para encontrarse con la razón y alejarse de todo tipo de supersticiones y creencias sin fundamento alguno.
1. No estés absolutamente seguro de nada.
2. No creas conveniente actuar ocultando pruebas, pues las pruebas terminan por salir a la luz.
3. Nunca intentes oponerte al raciocino, pues seguramente lo conseguirás.
4. Cuando encuentres oposición, aunque provenga de tu esposo o de tus hijos, trata de superarla por medio de la razón y no de la autoridad, pues una victoria que dependa de la autoridad es irreal e ilusoria.
5. No respetes la autoridad de los demás, pues siempre se encuentran autoridades enfrentadas.
6. No utilices la fuerza para suprimir las ideas que crees perniciosas, pues si lo haces, ellas te suprimirán a ti.
7. No temas ser extravagante en tus ideas, pues todas la ideas ahora aceptadas fueron en su día extravagantes.
8. Disfruta más con la discrepancia inteligente que con la conformidad pasiva, pues si valoras la inteligencia como debieras, aquélla significa un acuerdo más profundo que ésta.
9. Muéstrate escrupuloso en la verdad, aunque la verdad sea incómoda, pues más incómoda es cuando tratas de ocultarla.
10. No sientas envidia de la felicidad de los que viven en el paraíso de los necios, pues sólo un necio pensará que eso es la felicidad.
Posiblemente el decálogo -al que Russell se refirió como mandamientos- no sea una enseñanza completa en sí, pero enseña los pasos necesarios que toda persona ha de intentar dar para encontrarse con la razón y alejarse de todo tipo de supersticiones y creencias sin fundamento alguno.
1. No estés absolutamente seguro de nada.
2. No creas conveniente actuar ocultando pruebas, pues las pruebas terminan por salir a la luz.
3. Nunca intentes oponerte al raciocino, pues seguramente lo conseguirás.
4. Cuando encuentres oposición, aunque provenga de tu esposo o de tus hijos, trata de superarla por medio de la razón y no de la autoridad, pues una victoria que dependa de la autoridad es irreal e ilusoria.
5. No respetes la autoridad de los demás, pues siempre se encuentran autoridades enfrentadas.
6. No utilices la fuerza para suprimir las ideas que crees perniciosas, pues si lo haces, ellas te suprimirán a ti.
7. No temas ser extravagante en tus ideas, pues todas la ideas ahora aceptadas fueron en su día extravagantes.
8. Disfruta más con la discrepancia inteligente que con la conformidad pasiva, pues si valoras la inteligencia como debieras, aquélla significa un acuerdo más profundo que ésta.
9. Muéstrate escrupuloso en la verdad, aunque la verdad sea incómoda, pues más incómoda es cuando tratas de ocultarla.
10. No sientas envidia de la felicidad de los que viven en el paraíso de los necios, pues sólo un necio pensará que eso es la felicidad.
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